Mirando hacia atrás a mi situación, era difícil, de hecho, aterradora.

Por Brunilde Bustamante

Era un caos. Mi país natal, Venezuela, era un desastre pues para entonces Hugo Chavez era presidente y guiaba la nación hacia un modelo comunista. Quien fuera mi esposo para esa época, es cubano y ya había vivido bajo la dictadura de los Castro, por tanto no iba a dejar que le ocurriera otra vez así que decidimos venir a América.
Obtener la visa para entrar a los Estados Unidos fue difícil. Me tomo varios años tener mi permiso de trabajo y la licencia de conducir así que me convertí en una madre y ama de casa dedicada a la crianza de nuestros hijos. Este asilamiento fue un cambio drástico para mi porque en Venezuela fui maestra por 10 años. Durante este tiempo empezaron a cambiar las cosas en mi matrimonio y se instaló la amargura. La falta de respeto hacia mí fue creciendo hasta que no lo pude soportar más y necesitaba hacer algo al respecto.

 

Enfrentar el proceso de divorcio en un país que no era el mío era intimidante. Me sentí desamparada. No conocía a nadie. Luego todo cambió con una llamada.

Desde mi primer encuentro con Liliana note que ella me escuchaba, que de verdad yo le importaba y sentí que no era la típica abogada. En ese preciso momento supe que no necesitaba entrevistarme con nadie más. Pasaba mucho tiempo llorando en su oficina. Se convirtió como en mi santuario. Liliana me consolaba y me apoyaba. Aun hoy no puedo agradecerle lo suficiente por todo lo que hizo por mí.

Liliana es compasiva. Pero no dejes que su humanidad te confunda porque es muy inteligente! La verdad es que me impresiono muchas veces durante el transcurso del proceso. Siempre estaba alerta y parecía adivinar adonde se estaba dirigiendo el abogado contrario, lo cual me mantuvo siempre un paso adelante. El acuerdo final fue muy bueno!

Han pasado ya 2 años desde que me divorcie. Ahora soy residente en los Estados Unidos de América y tendré mi entrevista para la ciudadanía el próximo mes. Con todo el ánimo que me dio Liliana, volví a la universidad y el mes pasado recibí mi Máster en Ciencias de la Educación en Lengua Española de Nova Southeastern University.

Ahora mientras miro atrás pienso que mi situación fue muy difícil, aterradora, de hecho. Mi consejo es que no tengan miedo. Deben ser valientes! Liliana puede aconsejarles. Créanme cuando les digo que se convertiran en una mejor versión de ustedes mismos.

 

Image credit: Hope House Press